El “Arte di Calimala”, el gremio de terminadores de telas y comerciantes de telas extranjeras, fue uno de los gremios más importantes de Florencia, que se arrogó el poder cívico de la República de Florencia durante la Baja Edad Media. El comercio de telas de lana era el motor de la economía de la ciudad y los miembros del Calimala constituían la élite florentina.
A lo largo de su dilatada historia, el Arte di Calimala supervisó la ejecución de obras artísticas y arquitectónicas. La mayoría de los gremios florentinos realizaban estas actividades, pero el Calimala se distinguía de otros gremios por la cantidad y el prestigio de los proyectos y las obras que administraba, incluyendo la construcción y decoración de algunas de las principales iglesias de la ciudad.
Los jugadores de Calimala son comerciantes de telas en la Florencia medieval, con varios empleados de confianza que asignan a diversas calles de la ciudad para realizar acciones. (Cada calle conecta dos lugares donde se pueden realizar acciones específicas). Al realizar estas acciones, los jugadores producen y entregan telas y contribuyen a la construcción y decoración de varios edificios de la ciudad. Los empleados permanecen en sus puestos asignados durante un tiempo, realizando sus acciones cada vez que se activa la calle, y finalmente ascienden al ayuntamiento, lo que desencadena una fase de puntuación.
Dependiendo del número de jugadores, cada uno dispone de un número determinado de fichas de acción. Por orden de turno, pueden colocar una en un espacio entre dos acciones, realizando ambas acciones y activando las demás fichas en el mismo espacio. Al colocar la cuarta ficha en un espacio de acción, la ficha inferior asciende al ayuntamiento, lo que desencadena una fase de puntuación. Tras colocar la última ficha de acción o activarse la última fase de puntuación del ayuntamiento, la partida termina. La posición de las fichas de acción y la secuencia de las fases de puntuación varían de una partida a otra, lo que hace que cada partida sea muy diferente. Los objetivos de puntuación secretos y las cartas de acción añaden incertidumbre.
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